POR:
ALEJANDRO SANTANA.
Luego de la desaparición
física de varios ilustres barahoneros, que siempre extendieron sus manos a jóvenes
estudiantes en vulnerabilidad, la Sociedad barahonera, como que ha cambiado, ya
solo extienden sus manos estando en un partido político y cuando están en
campaña.
Yo puedo
testificar y dar fe de solidaridad y sensibilidad de distinguidos ciudadanos que
contribuyeron a que muchos jóvenes que somos profesionales de alguna área, hayamos
alcanzado ese sueño, con solo enterarse de que necesitábamos ayuda, nos llamaban, indagaban y se comprometían a ir en
ayuda y lo hacían desde el silencio.
No sé si algún
familiar de esos ciudadanos ya fallecidos, se han preguntado alguna vez, por
qué son tratados con respeto, recibiendo
un saludo con tanto agrado, de parte de profesionales que alcanzaron sus metas
porque sus progenitores lo hicieron posible, pero en el anonimato.
En Barahona,
muchos jóvenes de ayer, hoy hombres entrados en edad, cada vez que nos
encontramos con los descendientes de
ellos, le saludamos con tanto agrado, con agradecimiento y sé que ellos no
saben por qué lo tratamos de ese modo.
Se lo voy a
decir, fueron solidarios en el silencio, no desde las fanfarrias de las
tarimas, fueron tan callados que en la mayoría de las veces ni sus esposas sabían
que mantenían una ayuda constante en bien y en procura de esos jóvenes de
entonces para que no se quedaran estancados por falta de recursos.
Hoy es diferente,
claro que se puede decir que ya es otra sociedad, que ya los hombres son otros,
que nada les importa el desarrollo de jóvenes en vulnerabilidad y si algún aporte
hacen lo hacen en público a los ojos de todos, para que cuando se presente la ocasión
les devuelvan el favor con votos en las urnas.
Sin tener el
consentimiento, pero como beneficiario de esa solidaridad de antaño, yo soy uno
de esos que recibieron el favor de ilustres barahoneros para terminar sus
estudios, aunque estos hayan sido al nivel técnico, pero tenemos abogados,
locutores, médicos, periodistas, mecanógrafos, taquígrafos, secesionistas y otras
que otras profesiones más.
Como olvidar
a don Antonio Méndez, Augusto Feliz Matos, Nayo Méndez, Tinito Cury, Luis
Sánchez, Faroche Margen, a don Mamen
Castillo, a don Francisco Constanza, a Praede Olivero, Américo Melo, Gerineldo Pérez
y Pérez, Enrique Arias Yke y otros tantos que no recuerdo sus nombres en este momento, pero entre ellos se
encuentran dueños de pulperías, de ventorrillo, que contribuían con lo que les permitía
su escasa economía.
Ya hoy es
diferente, tenemos como ayer a ilustres ciudadanos que ayudan que contribuyen, pero desde una plataforma propagandística, estos me recuerdan, un pasaje de la
Biblia donde habla de la ofrenda en un
templo donde se encontraba Jesús, y se produjeron dos grandes hechos, el de la
viuda y sus escasas monedas y del todo pudiente que exhibe su cartera repleta
de papeleta y da su limosna.
No habría
que describir, la valoración que tuvo Jesús, todos la sabemos, me imagino,
aunque con el accionar de muchos nuevos ciudadanos, entiendo que no, porque si lo
supieran no procurarían estar de partidos en partidos para complacer su ego,
sus aspiraciones muy particulares.
Existen
muchos lugares, instancias desde donde contribuir al engrandecimiento de la
sociedad, no debe ser desde una posición política haciéndose enemigos de
quienes en un momento dado no los apoya.
Estas humildes
líneas van con el fin de que sirva para que muchos despierten y entiendan que desde el silencio
se hacen las mejores obras y estás si tiene recompensas, PUES LES AGRADAN AL
PADRE CELESTIAL.
Nota, el nombre de Praede Olivero, está en negrita porque está vivo

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