Admiro la capacidad de los niños en crear escenarios para su entretención sana

 POR:ALEJANDRO SANTANA

Periodismo de opinión

En días pasados como de costumbre, cuando tengo el tiempo disponible, me di una vuelta por el sector Las Flores, parte alta de la ciudad donde viven muchos ciudadanos, nacidos y criados en el sector, más algunos que han venido a vivir en ellos por la tranquilidad y el esparcimiento en que en ellos se respira.

Pues les cuento que me encontré con una cancha de Baseball, inventada y construida por niños de ese sector, que a falta de espacios y estructuras para la práctica y el recreo de deportes, ellos se inventan donde se lo permiten y es allí donde pasan sus horas libres dedicadas al entretenimiento sano como debe ser.

Recordé mis años idos, cuando la muchachada  se deleitaba jugando trompos, fabricados con tapas, o sencillamente se la ingeniaban para conseguir un trompo de esos torneados, que se accionaban con una cuerda o cordel.

Llegaron a mí recuerdos, notarías de tiempos idos, en la mayoría de las veces desplazados por el celular, donde nuestros niños suelen ver cosas de otras culturas, en ocasiones sanas e inocentes, pero en la mayoría de las veces contenidos que realmente matan la inocencia.

Realmente la inteligencia de los niños a la hora de ingeniársela para armar cualquier tipo de juego sano es maravillosa y no debe desaparecer, que sigan inventando escenarios para el recreo sano, en los que el Estado despierta y entiende que en cada sector debe haber un lugar disponible para que nuestros adolescentes en tiempo de ocio se dediquen a practicar deportes, sanos, entretenimientos que fortalecen en ellos esos deseos de llegar algún día  a ser famosos como los ídolos que en algunas ocasiones ven en sus televisores.

Si así se hiciera, si así lo concibiéramos,  tendríamos a jóvenes que en su adultez sean más dedicados a fortalecer las causas nobles, las que mantienen en armonía los entornos... Pueden ser pretenciones y nada más, pero algún día nuestros políticos tendrán que despertar y entender que se debe invertir en nuestros niños, en nuestros jóvenes, si queremos una sociedad llena de valores..